La escuela L’Espoir, aunque cerrada, ha desarrollado un proyecto, apoyado por Alianza Solidaria, para que decenas de niños haitianos reciban alimentos y así evitar que les pase como a Joshua, uno de los estudiantes del centro, que estuvo a punto de morir por inanición. No podía mantenerse en pie; su voz era tan débil que apenas podía hablar porque no había comido durante varios días. Su tía le había dado a beber agua salada para calmar el hambre.
Haití era ya un país golpeado por la pobreza, la corrupción y una guerra civil constante … Y entonces, llegó el COVID-19. Los efectos de la enfermedad son conocidos por todos. Pero a estos, hay que sumar dos graves problemáticas, que han multiplicado la miseria entre los niños haitianos. Por un lado, el costo de la comida –ya alto de por sí– se disparó. Las fronteras con República Dominicana fueron cerradas, lo que ha impedido la compra de alimento más barato y accesible. Por otro, las escuelas han tenido que cerrarse, para evitar la propagación del virus. Esto ha supuesto un duro golpe para muchos niños que acuden al centro escolar. Allí no sólo para acceden a la educación sino que les espera un plato de comida, que en la mayoría de los casos será el único que reciban a lo largo del día. El cierre de las escuelas les ha supuesto la pérdida del poco alimento al que tenían acceso.
¿Qué estamos haciendo?
Los responsables del proyecto –el matrimonio Prisher – están compartiendo, en estos momentos, sus propios alimentos. Estos provienen de una granja cultivada por ellos mismos con las familias de alrededor. Pero se están agotando. Con los recursos actuales, esta familia calcula que podrá alimentar durante un mes a los niños del centro.
Por otro lado, y a raíz del testimonio de Joshua, se crea el proyecto Alimentación para Haití que busca recuperar el estado nutricional de estos niños. La idea principal es proveer de bolsas de alimentos a las familias que acuden cada domingo a la iglesia y de los alrededores.
Durante las entregas que se han observado los signos de desnutrición presentes en todos ellos.
Y tú,… ¿qué harás por ellos?
Desde la distancia puedes clamar por ellos en oración, y/o colaborar a través de donativos (5€, 10€, 15€…)