El Hogar El Faro, iniciado por Carmen Sánchez, ha cambiado su ubicación a una zona de campo muy cercana a la ciudad de Santa Cruz (Bolivia). El objetivo sigue siendo el mismo, dar respaldo a las madres adolescentes en circunstancias difíciles. En un país donde las jóvenes enfrentan desafíos relacionados con los abusos sexuales diariamente, el hogar El Faro está siendo un foco de esperanza y guía.
El traslado se produjo a causa de la venta de la casa habilitada para el Hogar y que se tenía en régimen de alquiler. Paralelamente se dio la oportunidad de ocupar una casa de campo cercana a la ciudad gracias a la colaboración de la iglesia Metodista. Este nuevo espacio ofrece mayor terreno y un alquiler más accesible, adaptándose mejor a las necesidades de las chicas. Irina Torres, presidenta de la Fundación El Faro, de quien depende la Casa, explica:
«Esta nueva ubicación nos permite ampliar nuestros servicios y ofrecer un entorno más acogedor para las jóvenes y sus hijos».
Al inicio de este desafío, las chicas experimentaron miedo a causa de la incertidumbre que produce toda mudanza, pero cuando vieron el cambio y todo lo bueno que conllevaba, su reacción fue de emoción y alivio. Sin embargo, aún están en proceso de adaptación, especialmente con la incorporación de nuevas rutinas y desplazamientos más largos para asistir a sus clases. Irina Torres asegura:
«Estamos aquí para apoyarlas durante este período de ajuste y garantizar su seguridad y comodidad».
Con más áreas verdes disponibles, el centro planea ofrecer actividades al aire libre y desarrollar una huerta y un corral propios, proporcionando a las chicas nuevas habilidades y oportunidades para el futuro. Además, la presencia de dos perros, Shakira y Bluey, no solo brindan seguridad, sino que también fomenta el amor, el cuidado y la responsabilidad entre las residentes.
Los desafíos principales que se enfrentan incluyen el cuidado de las áreas verdes y la adaptación a la disposición de una casa de campo, que no cuenta con todas las comodidades integradas. Un ejemplo de esto son los baños, que se encuentran fuera de la casa, lo que puede resultar incómodo para las residentes.
Además, estamos trabajando en mejorar la seguridad de la casa mediante la instalación de cámaras de seguridad y la búsqueda de alternativas a la cerca de alambre olímpico que delimita el terreno.
«Creemos que es crucial contar con un muro perimetral que proporcione mayor seguridad y privacidad, especialmente para las chicas que residen aquí», afirma Irina Torres.
Por otro lado, al tratarse de casa, en ésta no hay armarios ni cómodas, lo que significa que las chicas deben guardar sus pertenencias en cajas hasta que podamos adquirir el mobiliario necesario.
Se necesitan 5.500 € para atender las necesidades mencionadas por Irina, presidenta de la Fundación.
Desde Alianza Solidaria, queremos invitarte a unirte y acompañar al equipo del Hogar El Faro en esta nueva etapa a través de tus donativos. Ya sea 10€, 15€, 20€, ¡cualquier cantidad es bienvenida! Juntos podemos ayudar a que estas chicas disfruten de su nuevo hogar.
Por su parte, el equipo de El Faro seguirá brindando una atención igual, o aún mejor si cabe, a las madres adolescentes, asegurando que cuenten con las herramientas y el apoyo necesarios para construir un futuro prometedor para ellas y sus hijos.
¡¡Conoce nuestra nueva casa!! 👇🏽👇🏽👇🏽👇🏽