En medio del eco lejano de la guerra y el silencio de las tiendas de lona, la sonrisa de Mohamed ilumina sus días. Con solo 8 años, vive en un campo de refugiados en Líbano. Su discapacidad motora y trastorno del lenguaje le impedían ir a la escuela, y sus días estaban marcados por calles de tierra, colas por el pan y la dura lucha diaria de su familia por sobrevivir.
Cuando lo conocimos, tenía dificultad para andar, no sabía leer, ni hablar con claridad. Sus padres, agotados por la vida en el campo, no creían que pudiera asistir a nuestro Centro de Refugiados. Pero nosotros insistimos. En nuestro Centro, hay un lugar para cada niño. Cuando finalmente aceptaron, su alegría, y la nuestra, fue inmensa. Lo acompañamos de la mano a la escuela, y su vida comenzó a transformarse. Lamentablemente, su hermana tuvo que dejar el centro para trabajar en el campo.
Hoy, Mohamed lee sus primeras frases y pronuncia palabras que antes parecían imposibles. Su mirada se ilumina al hacerse entender, y su familia irradia felicidad al verlo más contento.
Esta es solo una parte de su historia. Descubre el resto en este vídeo que te conmoverá.