Alianza Solidaria sigue colaborando con una ONG local en el Norte de Iraq, que trabaja desde hace muchos años con refugiados, nativos, y desplazados internos, ayudándoles a desarrollar habilidades que les permitan aspirar aun futuro mejor.
Todos ellas viven en lugares de riesgo, con un alto grado de exclusión social, donde la labor de organismos internacionales y la ayuda humanitaria no llegan, y sólo cuentan con la de cobertura y apoyo de nuestra entidad colaboradora.
Junto a ellos, Alianza Solidaria está llevando a cabo proyectos de capacitación, diseñados para generar fuentes de ingresos que les permitan ser auto sostenibles e independientes, y así esas familias con escasos recursos recuperen la esperanza perdida.
Cada proyecto busca tener un impacto en la comunidad, que contribuya a su bienestar espiritual y material.
CLASES DE COSTURA
Entre esos proyectos, se encuentra la creación de una clase de costura, una disciplina en la que pueden participar mujeres que desean salir adelante por sus hijos y sus padres, buscando formas de ganarse la vida aprobadas por la cultura y la religión, mejorando así el estado en que se encuentran.
El curso, que contó con la asistencia de varias mujeres, tuvo una duración de tres semanas, donde aprendieron los conocimientos básico de corte, toma de medidas y diseño de patrones para que pudieran hacer lo vestidos tradicionales, llamados Maxis, que las mujeres usan a diario en el interior de sus casas y en el exterior, y tienen variedad de telas y diseños.
También aprendieron a hacer el Jili Kurdi, un traje tradicional de las kurdas para festividades y ocasiones
especiales, que es bastante elaborado y está compuesto por pantalón, camisa, el vestido y un chaleco; y a elaborar faldas y blusas.
Además de la parte teórica, el curso tuvo una importante parte práctica en clase y tareas para que ellas pudieran también trabajar en casa y aportar económicamente a la necesidades de la familia.
El curso fue muy bien aprovechado por las participantes, que mostraron un gran interés, y, según la maestra, las alumnas son muy habilidosas y aprendieron con rapidez.
Al finalizar el curso se realizó un pequeño refrigerio y además se le entregó una máquina de coser a cada alumna.
Una bonita anécdota del curso, es que una de las alumnas llevaba puesto un vestido que estaba totalmente mal cosido, y al finalizar el curso, le dijo a la maestra y al resto de alumnas que había hecho nuevamente su vestido, pero aplicando todos los conocimientos que recibió y tomando las medidas que necesitaba.
