En 1851, la introducción del término «Secularismo» por parte de Holyoake marcó un punto de inflexión al proponer que la vida humana debería basarse exclusivamente en principios del mundo natural, desechando cualquier influencia religiosa en la toma de decisiones.
Sin embargo, casi doscientos años después, nos hacemos la pregunta: ¿se ha logrado realmente relegar la religión de la esfera pública? ¿Se ha conseguido despojar al ser humano de sus creencias?
Recientemente, un artículo de la Fundación Pere Tarrés ha desafiado esta noción de secularización, argumentando que las creencias individuales son fundamentales para el ser humano y, por tanto, para hacer una intervención social efectiva.
Asimismo, en noviembre del año pasado, en su conferencia «Acción Social en el Siglo XXI» dada en la Universidad de Gran Canaria, Francisca Capa, presidenta de Alianza Solidaria, resaltó que muchas iniciativas solidarias actuales tienen sus raíces en los valores judeo-cristianos y fueron iniciadas por cristianos que actuaron en coherencia con sus convicciones religiosas.
Alianza Solidaria nace en el seno de la Alianza Evangélica Española como brazo social de la entidad, y se fundamenta en valores cristianos como: amor al prójimo, servicio, solidaridad, justicia y compasión. Estos valores son los que guían la labor de la entidad para contribuir a alcanzar algunos de los ODS allí donde llevamos a cabo nuestra labor, como luchar contra la pobreza, paliar el hambre, facilitar el acceso a la educación, mejorar la salud y el acceso a agua potable, promover la igualdad de oportunidades,… etc. En definitiva, luchar por la justicia social.
En todas las intervenciones sociales que realizamos a través de proyectos sociales individuales y/o comunitarios, se tienen en cuenta todas las dimensiones del ser humano (física, cognitiva, emocional, incluida la espiritual). Conoce nuestras áreas de intervención.
En conclusión: como ya señaló el sabio en el libro de Eclesiastés (3:11): Dios puso eternidad en el corazón de los hombres. Este sentido de trascendencia es evidenciable en todas las culturas desde el inicio de los tiempos. Es por esto que la dimensión espiritual no puede dejarse de lado en las intervenciones que las ONG’s desarrollan para lograr sus objetivos.