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En el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) reza: «En varios países, las prácticas nocivas destinadas a controlar la sexualidad de las mujeres han causado grandes sufrimientos. Entre ellas se encuentra la práctica de la mutilación genital femenina, que constituye una violación de los derechos básicos y un riesgo importante para la salud de la mujer durante toda la vida» (párr. 7,35).

El 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña. Desde Alianza Solidaria queremos levantar de nuevo nuestra voz para sensibilizar a los lectores del hecho estremecedor de que la mutilación genital femenina (MGF) continúa actualmente provocando, en millones de niñas de todo el mundo, consecuencias tanto, a corto como a largo plazo, en su salud física y psicológica. 

El grado de mutilación determina las secuelas

El grado de mutilación determina las secuelas

Tipos de MGF

No en todos los países, etnias y culturas se practica de la misma forma. El grado de mutilación determina las secuelas. Se han catalogado 4 tipos de ablación según el grado de lesión y la cantidad de tejido genital extirpado. El más agresivo y que provoca graves secuelas es el tipo 3, la infibulación, que consiste en extirpar clítoris, labios menores, mayores y cosido de la vulva, dejando una pequeña abertura para la salida de la orina y la menstruación.  El cuarto tipo incluye otras formas de lesionar los órganos sexuales femeninos como cauterización, perforación y otros. 

Consecuencias de la MGF

“Mi esposo Abbi aceptó el matrimonio concertado que su abuelo y mi padre habían acordado tras una larga negociación hace ya años. La boda se celebró según el ritual tradicional y, ya en la intimidad de la noche de bodas, me dirigí a él sosteniendo en mi mano temblorosa una cuchilla y le dije: “corta”. Ruti fue infibulada a los 7 años. Tras extirpar todos sus órganos sexuales le habían realizado el cierre vaginal. Pasaron las semanas y la cuchilla estaba sin estrenar, Abbi no podía acometer semejante tarea. Una noche Ruti le susurró “¿Y si vamos al hospital?” Allí le practicaron la desinfibulación y le detectaron una vaginosis bacteriana producida por infecciones genitales crónicas que padecía desde niña. Está muy preocupada y la posibilidad de ser infértil la obsesiona. («síndrome de la ansiedad-depresión enfocada genitalmente»)

Ésta es la historia de una de las 230 millones de mujeres mutiladas genitalmente que hay actualmente en el mundo. 

Y 4 millones de niñas cada año corren el peligro de ser mutiladas, como lo fue Adamma 

 “Mi madre fue a esperarme a la salida de clase y me dijo. “Vamos a casa de la abuela a purificarte” Yo fui feliz y confiada porque creía en mi madre y lo que iba a suceder era bueno. Llegamos a casa de mi abuela y recuerdo cada detalle con toda nitidez: siento en mis brazos y piernas la presión de los brazos de mi madre sujetándome, oigo el sonido del corte en mis genitales y el dolor quemante que me provocó; noto la aspereza del trapo que me metieron en la boca cuando grité, porque no se debe gritar, y el fluir de la sangre caliente. Sufrí un shock a consecuencia de la hemorragia y mi abuela le dijo a mi madre que probablemente no me recobraría. Desperté a los tres días y comencé a experimentar las secuelas de la ablación de mis genitales hasta el día de hoy. El entorno en que yo me sentía cuidada y segura había desaparecido. Desde entonces no he podido mirar a los ojos a mi madre”. Aquel acto violento, doloroso y degradante comprometió la identidad de Adamma pero tomó una decisión en aquel momento: sus hijas no pasarían por aquello. Pero, cuando ella sea madre, ¿tendrá la libertad de decidir, en favor de sus hijas, acerca de un ritual tan arraigado en su cultura?, ¿obtendrá el apoyo necesario para impedir que sus pequeñas sufran, como ella, la mutilación de sus genitales?

 Proporcionando un lugar seguro

 Alianza Solidaria, es una ONG con un firme propósito: la protección de la infancia, enfocándose en aquellos niños y niñas que viven en determinados entornos que les hace más vulnerables.

Con tu  donativo de 10€, 15€, 20€… haces que el Centro de Rescate, en Tanzania, continúe con su propósito como es el de salvar a niñas que, en riesgo de ser mutiladas genitalmente, huyen de sus hogares y poblados. Algunas de ellas ya han sufrido la ablación y necesitan atención médica inmediata. Todas ellas recibirán un cuidado integral que les ayude a superar las distintas situaciones por las que han tenido que pasar. El Centro de Rescate es un lugar seguro donde pueden continuar con su educación, y se las acompaña en el proceso de tomar decisiones para su futuro. 

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Alianza Solidaria
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