Con este proyecto pretendemos cubrir las necesidades básicas de las familias de los campos de refugiados. Tanto de las familias que llevan tiempo allí, como de las que acaban de llegar.
El campo se compone de tiendas y edificaciones con materiales improvisados que sirven de ‘casas’, siendo evidente que éstas no están en condiciones habitables. La mayoría de ellos viven en condiciones insalubres. En una tienda pueden habitar alrededor de 15-17 personas. En sus tiendas no tienen acceso a agua potable, sino que tienen que ir a recogerla a una fuente común, compartida por todos las personas del campamento. En invierno la temperatura suele llegar a varios grados bajo cero.
La ayuda que se les ofrece es la entrega de alimentos, mantas, combustible para la calefacción, ropa o productos de aseo, etc. A aquellas familias con bebés menores de un año se les hace la entrega de Kits de alimentos para bebés. Asimismo se les ofrece atención médica, si la precisa.