Son colectivos que viven en regiones difíciles y hostiles, atrapados en situaciones desesperadas, que no han sido alcanzados por el trabajo de organismos internacionales de ayuda humanitaria, y carecen de cobertura y apoyo de ninguna otra entidad.
Por ello, Alianza Solidaria está desarrollando proyectos de capacitación diseñados para fomentar la independencia, generando fuentes de ingresos que sean auto sostenibles, y traigan esperanza a esas familias con escasos recursos.
Con cada proyecto se busca impactar a la comunidad, trayendo un bienestar espiritual y material.
ALIMENTOS DE PRIMERA NECESIDAD
El deterioro de la situación económica y la inestabilidad en la región, ha provocado un aumento del número de familias pobres que viven allí, sin contar siquiera con los alimentos más básicos.
Para paliar esta necesidad, se están haciendo esfuerzos para acercarse a estos grupos familiares y proveerles bolsas con comida (granos básicos, leche, azúcar, aceite, harina, legumbres y pañales) que mejoren su situación.
Ya se han beneficiado de este iniciativa más de 75 familias refugiadas de contexto sirio-kurdo, iraquí-kurdo e iraquí-árabe, que viven situaciones de viudez, incapacidad para trabajar por lesiones de guerra o de salud por parte del padre, o desalojo por razones raciales y por la crisis económica profundizada por la guerra.
Son muchos los testimonios de cómo este proyecto de entrega de alimentos está beneficiando a familias que lo han perdido todo: es el caso de dos familias, en una de ellas, el esposo sufrió un derrame cerebral y en la otra familia un ataque al corazón que le produjo daño cerebral permanente.
Otro es el caso de un grupo de 12 familias que tuvieron que huir de Kirkuk por los recientes ataques militares y ataques en contra de los kurdos, en parte a consecuencia del Referéndum de hace unos meses. A dichas familias se les entregaron canastas de alimentos básicos, y también hubo oportunidad de compartirles sobre el amor y la esperanza que hay en Cristo.
Además, dos veces al mes se organiza un almuerzo para las personas que asisten a la reunión en la iglesia local, con la finalidad de tener un tiempo de comunión entre locales e invitar a personas nuevas.