“Inquietud, incertidumbre y muchas preguntas se hizo el equipo del proyecto de Refugiados en Líbano, y la que más nos inquietó fue: ¿A dónde iremos? Llevamos más de una década en este lugar y ahora tenemos que marchar. Inicialmente sólo ofrecíamos ayuda a las familias libanesas más necesitadas, pero a raíz de la guerra de Siria, toda nuestra labor se orientó a este colectivo”, explica Izdihar, la coordinadora.
A pesar de las limitaciones de espacio, actualmente el centro cuenta con 8 programas que buscan transformar y empoderar a las familias refugiadas, ofreciéndoles atención en la educación infantil (sólo hasta 3º), atención sanitaria básica, apoyo emocional y espiritual, y capacitación en diferentes oficios. Se atiende directamente a 500 familias, e indirectamente a 2500 personas. El impacto en la comunidad alcanza a unas 4 a 5 mil personas.
En julio del 2021 se notificó a los responsables que debían desalojar el lugar antes de agosto de 2022.
Después de varios días y continuas reuniones de todo el equipo para buscar dirección a este nuevo reto que enfrentaban, surgió una oportunidad: la compra de un terreno el doble de grande que el actual. Entonces nos preguntamos “¿Por qué no comprarlo? Puede que sea la respuesta de Dios a nuestra primera pregunta”, comenta la encargada.
Debido a la actual crisis económica en el Líbano, el dólar es diez veces más fuerte de lo habitual y los precios de la tierra están en un mínimo histórico. Esta propiedad está disponible a menos de ¼ del precio habitual esperado.
Otro motivo para comprar este terreno es que está cerca de los barrios libaneses más pobres y mucho más cerca de los campos de refugiados. Asimismo, cuenta con acceso a electricidad, y un pozo de agua grande, lo que hará innecesario comprar agua en camiones como hasta ahora.
Otros grandes beneficios
- Permitirá ampliar la escuela para que los estudiantes puedan completar su educación hasta el 5º grado.
- Se podrá poner en marcha un centro de formación en mecánica y reparación de automóviles ampliando la oferta de talleres de formación profesional actual: taller de carpintería, Taller de belleza y Taller de costura.
- Se podrá poner a disposición de los participantes un espacio para que puedan operar pequeños negocios para comerciar los productos de las prácticas de los talleres.
- Ampliar las parcelas del jardín para cultivar alimentos nutritivos (actualmente cultivamos en cada rinconcito que nos sobra y necesitamos más espacio)
- La propiedad permanente permite que los fondos que actualmente se consumen en el alquiler se puedan invertir en mejoras del lugar y de los programas lo que redunda directamente en la mejora de la calidad de vida de los refugiados.
“Así es que nos pusimos a trabajar para proponer la compra del terreno, donde podríamos tener instalaciones permanentes, mejorar y desarrollar más programas para atender a los refugiados ¡seguir impactando vidas! Para ello necesitamos 175 mil dólares. Enviamos solicitudes a todos nuestros amigos, familiares, iglesias y patrocinadores, y ¿Cuál fue nuestra sorpresa? La ayuda llegó en menos tiempo de lo esperado. Nos impresionó ver cómo muchas personas se involucraron. Cada uno aportó según sus posibilidades”, expresa la responsable muy emocionada.
Desde Alianza Solidaria queremos dar las gracias a todos lo que hicieron posible esta compra, porque supone que muchos niños refugiados “invisibles” seguirán teniendo la posibilidad de terminar la enseñanza primaria, algo que les permitirá continuar sus estudios, sea que vuelvan a su país o no.
Tú puedes ayudar a estos niños a estudiar con 10€, 15€, 20€…