Mi nombre es Danay Warden. Actualmente vivo en Texas, US, aunque nací y viví en Huaraz (Perú) hasta los 16 años. Pero volví a Huaraz.
Tal vez te preguntarás, ¿cómo terminé viviendo en EEUU?
Una mañana de agosto del 2000 mi vida y la vida de mis hermanas dió un giro de 180º a causa del fallecimiento de nuestros padres en un accidente de coche. Fueron días de tristeza y dolor, y al mismo tiempo de amargura, manifestada en resentimiento hacia Dios. Me preguntaba: ¿por qué me quitó a las personas que amaba?
De la noche ala mañana me convertí en padre y madre de mis 4 hermanas. Pensar en la posibilidad de ser separadas, me asustaba, y esto hizo que a mis 13 años tomará la decisión de ir al Juzgado de Familia para comentarles nuestra situación. Recuerdo que nos dieron 2 alternativas. La primera, ser internadas en la Aldea Infantil de Huaraz y la otra, en la Casa Hogar Turmanyé. Decidí ir a la Casa Hogar.
Aún recuerdo el día que llegamos con mis hermanas a la Casa Hogar. Las personas encargadas nos recibieron con mucho amor. Y nos regalaron unos vaqueros color rosa que nos encantaron. En ese lugar sentía que podía respirar tranquila, sin el temor de ser separadas. Me sentía protegida. Asimismo fue maravilloso saber que cada una de nosotras tendría su propia cama, ya que en mi familia éramos 7 y sólo contábamos con 2 camas. Esto me hizo sentir como si nos hubiera tocado la lotería.
Aunque el día más importante en mi vida tuvo lugar en diciembre del 2000. Fue cuando me compartieron el Plan de Salvación de Dios. Desde ese día empezó un nuevo capítulo en mi vida. Cada noche teníamos nuestro tiempo llamado la ‘La Hora Feliz’
El tiempo pasaba y me preocupa ver cómo algunos niños eran adoptados porque la adopción de 5 hermanas iba a ser muy difícil. Recuerdo hablar con mis hermanas sobre el anhelo de tener una familia y que, en caso de tener que separarnos nos dividiríamos en dos grupos y fijamos una condición: vivir en el mismo país para visitarnos. El tiempo pasaba y nuestras esperanzas menguaban. Pero guardábamos en nuestro corazón una promesa: Habacuc 2:2-3.
Un día la Directora del Centro nos comunicó que una familia misionera de EEUU estaba interesada en adoptarnos a todas. Yo no lo podía creer. Nuestro corazón palpitaba de alegría. En septiembre del 2004 se aprobó nuestra adopción. Después de mudarnos a USA guardé en mi corazón el deseo de volver un día a la Casa-Hogar a servir.
La historia de Danay y otras más se pueden contar gracias a personas que, con sus oraciones y donativos, creen en esta labor.
Desde sus inicios la Casa-Hogar se ha sostenido de donativos privados, los cuales se destinan a cubrir todos los gastos que conllevan la manutención de 16-20 niños y adolescentes, entre los que se cuentan: la educación, alimentación, atención médica básica y especializada, vestimenta, y gastos de luz, agua y salario de las cuidadoras, etc.
Puedes colabora con la Casa-Hogar de muchas maneras:
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