Pablo, un niño de 10 años, es el protagonista de nuestra historia de hoy. Su familia, con pocos recursos sociales y económicos, no podía ayudarle mucho. Cada día salía a vender caramelos o hacer pequeños trabajos en la calle. Iba muy poco al colegio. Cuando iba se sentía cansado y perdido en las clases a causa de su absentismo. También se reían de él por su pobreza y falta de higiene. ¡Como comprenderéis… no tenía muchas ganas de ir! Pensaba que era mucho mejor estar en la calle y colaborar en el sostenimiento familiar. Allí estaban sus amigos, los que eran como él, los que le entendían. No se daba cuenta de que la calle era su enemigo: la que le impediría tener una vida mejor en el futuro; la que le llevaría a conocer la miseria, la droga y, quizás, la delincuencia. Saber esto nos dolía y desde Turmanyé nos llevó a intervenir.
Llevábamos tiempo trabajando con el proyecto “Chicos en situación de calle”. Gracias al Señor, se ayudó a muchos de ellos a salir del entorno nocivo en el que estaban pero, tristemente, otros muchos se quedaron por el camino. Los vicios como el alcohol y las drogas les tenían atrapados. ¿Qué hacer?
¡Pues ponernos manos a la obra con el nuevo proyecto “Chicos en riesgo de calle”!. Buscamos actuar, de forma integral, antes de que la calle les atrape. Para ello trabajamos con el niño o niña, con su familia y entorno, lo más pronto posible, antes de que sea demasiado tarde. Para ello necesitamos tener una colaboración estrecha tanto entre el equipo de la Casa Hogar como con el equipo del .Juzgado de Familia. Todo ello en el marco de la Red de protección del niño o niña y adolescente en riesgo de vulnerabilidad- REPINNAV. A través de esta coordinación, realizamos visitas domiciliarias y de familia, seguimiento integral de salud, educativo, psicológico… Establecemos relaciones perdurables que den la oportunidad a estos niños y niñas a descubrir un nuevo mundo de oportunidades, donde desarrollar sus capacidades, lejos de las garras de la calle.
Muchos niños como Pablo están riesgo de calle. En 2019, 6 niños (entre ellos Pablo) retomaron sus estudios y volvieron a sus casas. Pero aún queda mucho trabajo por hacer.
Si deseas colaborar con este proyecto puedes hacerlo aquí.