Cada día vemos y escuchamos que muchas familias pasan necesidades, que luchan por sobrevivir. Parece que están muy lejos, y que no podemos hacer mucho, pero la realidad es que pequeños granitos de arena hacen grandes montañas. Así lo ve un pequeño grupo de niños (unos 10 niños entre 5 y 12 años) y sus profesores de escuela dominical.
Conocían algo de la labor que estaba haciendo Alianza Solidaria en Bocachica (Colombia) y quisieron echar una mano con mucha ilusión.
Primero hicieron un vídeo para animar a la iglesia a participar, y luego se les ocurrió empezar a recaudar dinero h
aciendo manualidades. Después un taller de cocina con cosas que hacían y vendían después de la reunión.
Poco a poco, se iba recogiendo dinero para los filtros de arena que necesitaban en Bocachica, y poco a poco, toda la iglesia se fue animando.
Al mes, se lanzó la propuesta de hacer participar en este proyecto a todo el barrio. Por eso, pusieron como lema: «familias ayudando a familias».
Toda la iglesia se implicó en ello: unos organizaron un rastrillo, los jóvenes prepararon un baile, torneo de futbolín, pinta caras, y talleres varios en el parque, y otros montaron actuaciones musicales a cargo de todos los niños y adolescentes.
Además, mientras se preparaba todo esto, algunas familias preparaban quincenalmente unas tapas para vender a la salida del culto, y el fondo solidario iba creciendo.
El evento solidario tuvo lugar el pasado 13 de mayo, unos tres meses después de haber comenzado el proyecto, y la recaudación final ha sido de, aproximadamente, unos 2.200 euros.
Las ganas de ayudar de un pequeño grupo de niños y profesores de la escuela dominical de una iglesia local, por la gracia del Señor, se transformó en la ilusión de toda una congregación que implicó a su barrio, y ha bendecido a muchas personas a muchos kilómetros de distancia, en Bocachica.
Quedan muchos proyectos, muchas necesidades que cubrir: «familias ayudando a familias», con la ayuda del Señor y por su gracia, puede ser también una realidad en nuestras iglesias.