Hace trece años que Jean Carlos llegó a la Casa Hogar. Le habían abandonado a nuestra puerta durante la noche. Tenía 5 años. No se movía. No hablaba. No controlaba esfínteres. Apenas emitía unos gruñidos. Parecía un “animalito”.
Haciendo averiguaciones llegamos a conocer su historia. La mamá lo abandonó cuando nació y quedó a cargo de su abuela. Cuando tenía 4 meses, se le cayó de las manos a uno de sus primos y se golpeó la cabeza. Nadie hizo nada entonces y ahí empezaron sus problemas.
Le llevamos a Lima y al hacer un scanner cerebral se descubrió que la caída sufrida cuando era un bebé le había provocado un Hematoma Subdural, es decir, un coágulo de sangre en el cerebro que había dejado lesiones neurológicas permanentes. Se le operó para extraer el coágulo y a fuerza de rehabilitación y mucha paciencia y amor se logró que, al menos, aprendiera a comer solo. No obstante, nunca dejó de ser dependiente y necesitaba cuidados permanentes.
El pasado viernes nos pidieron oración por Jean Carlo que había tenido que ser ingresado a causa de una Neumonía. El sábado nos dijeron que la situación era delicada y había pasado a Cuidados Intensivos. Y el domingo nos comunicaron que esa noche había pasado a la presencia del Señor. ¡Adiós! Jean Carlo. Ahora te cuida directamente el Señor.
Os pedimos oración por los niños y las cuidadoras del hogar. Va a ser difícil llenar el vacío de Jean Carlo después de tantos años de presencia y cuidados constantes.
La pregunta que todos los que le conocimos nos hacemos es: ¿Qué hubiera sido de él de no existir una casa de acogida como La Casa-Hogar “Arco Iris” en Huaraz?
Piénsalo y ayúdanos a sostenerla.