Dos hermanos, un bebé de un año y medio y un niño de 4 años, ya están cada uno con su respectiva familia de acogida después de que el equipo de la Casa Hogar Turmanyé, proyecto apoyado por Alianza Solidaria, haya mediado en el proceso. Como miembros de la Red de Protección al Niño, Niña y Adolescente en Vulnerabilidad (REPINNAV), la entidad está constantemente en contacto con las instituciones judiciales de Huaraz, con el objetivo de facilitar los procesos de acogida de los menores.
“Usualmente, el propósito de estas visitas es impulsar y avanzar en los procesos tutelares de nuestros niños internados en la casa”, explican los responsables del proyecto. Sin embargo, en octubre recibieron una comunicación sobre la situación de los dos hermanos, un bebé de un año y medio, y un niño de 4 años que se encontraban en situación de vulnerabilidad, abandonados por sus padres y con síntomas de anemia y, en el caso del bebé, de desnutrición. Un dato a tener en cuenta es que el bebé no tiene partida de nacimiento. “En el Juzgado de Familia nos explicaron que había una pareja interesada en solicitar el acogimiento familiar del bebé, pero nos expresaron su preocupación, porque la pareja no estaba dispuesta a acoger a los dos hermanos”, explican desde la Casa Hogar Turmanyé. La situación se
resolvió gracias a la mediación del equipo de la entidad, que encontró a otra familia dispuesta a acoger al hermano mayor, a pesar de que desde el juzgado insistían en internarlos en el centro.
ADOPCIÓN, UNA REALIDAD COMPLEJA EN PERÚ
“Nuestra experiencia es que, tristemente, cuando aceptamos el internamiento de los niños, los procesos no avanzan en el Juzgado y los niños pequeños pasan injustificadamente de entre 3 a 5 años o más internados, hasta que salen para ser adoptados por una familia. Parece que los jueces no entienden que privar a los niños de su derecho a vivir en familia, los daña. Además, nuestra experiencia es que los grupos de hermanos, difícilmente salen en adopción. Hemos tenido grupos de hermanos internados que se han quedado hasta los 18 años en la Casa Hogar, vulnerándose su derecho a vivir en familia”, explican los responsables de Turmanyé.
Tras la acogida, además de la psicóloga y la trabajadora social del Juzgado de Familia, el equipo de la Casa Hogar Turmanyé ha seguido visitando a los dos hermanos y asegura que se están desarrollando bien. Además, dicen, las dos familias suelen verse habitualmente para que los niños no pierdan el contacto. “Creemos firmemente que la institucionalización, por muy bien que se haga, nunca puede substituir a la familia, el entorno natural que Dios ha diseñado para el desarrollo de cada niño y niña”.
Se trata de uno de los primeros casos de mediación de la Casa Hogar Turmanyé y de la REPINNAV para promover el acogimiento familiar. “Os rogamos que oréis para que los Jueces de Familias favorezcan y faciliten el acogimiento familiar, para que haya más familias acogedoras y para que el pueblo de Dios en Huaraz despierte ante esta necesidad y gran oportunidad de testimonio, involucrándose como iglesias y familias a acoger a niños en situación vulnerable”, piden desde el equipo del proyecto.
Para más información sobre la labor que se está haciendo en Turmanyé, puedes ir al apartado Programa Turmanyé
