En 2020 muchos de nuestros niños apadrinados tuvieron que parar su educación por no contar con los recursos digitales necsarios, desde Alianza Solidaria se puso en marcha un proyecto para proveer de Tablets electrónicas a 30 familias en situación de riesgo de exclusión social. En 2021 conseguimos romper la brecha digital con la entrega de Tablets a 37 familias, es decir, 7 familias más se vieron beneficiadas por este proyecto. Un total de 129 personas, que forman parte de los mismos núcleos familiares, se han beneficiado del uso de estos dispositivos electrónicos. El proyecto ha tenido un impacto muy positivo en un sector poblacional cuya situación se había visto agravada por el coronavirus.
De esta forma, los pequeños ahora pueden seguir recibiendo una educación escolar a distancia, a través de los dispositivos, y también acceder a solicitar las becas y ayudas del gobierno para las personas en situación de mayor vulnerabilidad.
Según el Laboratorio de Economía de la Educación de la Pontificia Universidad Javeriana, el 63% de los estudiantes de Educación Media, en colegios públicos de Colombia, no tiene acceso a Internet ni a un ordenador en sus hogares. Esta cifra asciende al 90% de los alumnos en las regiones rurales. De los niños apadrinados de Semilla de Trigo, con la colaboración de Alianza Solidaria, 9 de cada 10 no tenían acceso a la red, el 60% no tenían un dispositivo en el que recibir una enseñanza virtual y el 40% la recibían a través de un teléfono muy limitado y que recargaban cuando les era posible. De hecho, hasta cuatro de ellos dejaron sus cursos por falta de herramientas para continuar aprendiendo.
Ahora, la situación se está revertiendo, gracias al proyecto de las tabletas electrónicas, desarrollado por Alianza Solidaria. Se ha dado prioridad a los menores con una mayor necesidad, rompiendo la brecha digital que se había agrandado durante la pandemia.
Es el caso de Esteban, que cursa segundo de primaria y vive en uno de los barrios de mayor complejidad de Bogotá, junto con sus hermanos. Él estaba repitiendo curso cuando comenzó la pandemia. Sin poder tener la ayuda de su madre, que no sabe leer ni escribir, se desmotivó respecto a los estudios cuando, desde su escuela, comenzaron a enviar los temarios y las actividades por Whatsapp o correo electrónico.
Aunque los voluntarios del Club de Semilla de Trigo y de su iglesia local ayudaron a que Esteban y sus hermanos no perdiesen el hilo de sus cursos, por ejemplo imprimiéndoles los deberes y las guías escolares, ha sido al recibir una tableta electrónica cuando la familia ha vuelto a ver garantizada la educación de los pequeños. “Este año sí les va a ir muy bien porque van a usar su tableta y mis hijos van a aprender como lo hacen los otros niños. Esta es una gran ayuda para nosotros. Esteban escasamente aprendió algo porque yo definitivamente no puedo ayudarles en nada porque no tenía ni teléfono y no tuvieron una sola clase presencial,”, explica la mamá.
Mientras la asistencia presencial a las clases se recupera en su totalidad, gracias a este proyecto, muchos niños en situación de vulnerabilidad, como Esteban, pueden continuar su proceso de aprendizaje al mismo ritmo que los demás.
Pero aún quedan muchos niños que no disponen de herramientas digitales en sus hogares y el abandono escolar podría ser una opción. Conoce lo que desde AS estamos haciendo para frenarlo.