Mi día comienza así: Todos los días, mis dos hermanos, mis dos hermanas y yo nos levantamos y empezamos a doblar nuestras mantas para prepararnos para el desayuno. La misma habitación en la que dormimos es donde comemos, nos sentamos estudiamos y acogemos a nuestras visitas. | |
Salimos de nuestra tienda para ir al baño o ducharnos. Realmente es difícil en invierno con el agua helada. A veces no tenemos ni agua para lavarnos la cara. | |
Alrededor de las siete de la mañana, todos estamos despiertos y listos para desayunar, que consiste en un poco de pan y té. Y esta es una de las únicas dos comidas que hacemos al día, el desayuno y la cena. Luego salimos fuera de tienda para lavar los platos. |
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A diferencia del resto de mis hermanos, yo voy a la escuela sólo porque mis padres todavía no han encontrado un trabajo para mí. Mis hermanos pequeños trabajan en el campo.
Camino 15 minutos a pie para ir a mi escuela. Creo que vale la pena el esfuerzo. Espero llegar a ser un día como uno de mis profesores. |
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Aprender siempre es divertido para mí. Como dicen mis profesores, soy una alumno inteligente, y creo en ello. Sé que tengo capacidades y que un día puedo llegar a ser algo. Todos los profesores son muy amables y nos tratan como a sus propios hijos o incluso mejor. |
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¡Tener una tercera comida al día es una gran bendición para para mí! Sé que nadie lo entendería, pero me da alegría, especialmente cuando es una comida especial. |
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Conocer a personas que me quieren me da alegría, y me hace sentir más importante y cómodo para expresarme, hablar y compartir mis emociones. Me gusta mucho estar en la escuela con mis amigos. A veces desearía no dejar nunca este lugar… | |
De sólo pensar que, un día mi padre me obligue a dejar la escuela me hace muy triste. Salgo todos los días de mi escuela con una esperanza, la de volver otro día para pasar tiempo aquí y construir un futuro. |
A través del proyecto de Refugiados en Líbano, con tu apoyo, ayudamos a que decenas de niños refugiados sirios puedan asistir a la escuela. Pero este año también queremos que 100 niños y niñas refugiados sirios tengan material escolar y alimentos en la centro de esta forma ayudamos a aligerar la carga familiar. ¿Nos ayudas a evitar que niños como Joé dejen la escuela?