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La ofensiva militar de la Federación Rusa contra Ucrania continúa agravando la situación de la población civil, al punto de que la cifra de los ucranianos que ha salido del país ya ha superado los 6 millones de personas.

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7.5 millones de niños afectados por la guerra Ruso-Ucrania

En este sentido, los países que más refugiados han acogido han sido los países limítrofes, Polonia (3,1 millones de ucranianos), Rumania (856 mil), Rusia (727 mil), Hungría (551 mil), Moldavia (452 mil), Eslovaquia (391 mil) y Bielorrusia (26 mil), entre otros. 

Esta situación afecta, sobre todo, al sector más vulnerable de la población: el de los niños. Se estima que ya son 7,5 millones los que padecen directamente las consecuencias de la guerra, especialmente los que viven en el sur, y en el este del país.  Mariupol, donde los combates han sido intensos, lo ha sufrido especialmente. De esa cifra, dos tercios se han desplazado internamente hacia otros países, gracias a acciones de la ONU, de la Cruz Roja y de muchas ONG’s y particulares. También es inquietante la cantidad de muertes de niños por el conflicto, que sólo dos meses después de iniciado ya era de 223, según un informe de la Fiscalía de Ucrania. Al mismo tiempo, más de 400 habían resultado heridos, ya que las ofensivas no han discriminado instituciones educativas.  

Cómo se ha ayudado
Ante esta situación, organismos internacionales como ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados) ha dispuesto lo que se han denominado Puntos Azules, es decir, espacios de protección para niños y familias, un modo de apoyar las ayudas que ya gestionan los gobiernos de países de acogida. Pero son del todo insuficientes, por ahora. 
En el caso de España, a primeros de mayo, habían llegado más de 135 mil ucranianos (según publicaciones sobre empadronamientos del Instituto Nacional de Estadística español), en su mayoría mujeres y niños, ya que el gobierno de Ucrania ha prohibido la salida de hombres mayores de 18 años.

Qué hace Alianza Solidaria

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Autobús rumbo a Polonia, transportando 54 personas, niños y mujeres

Desde el primer momento Alianza Solidaria ha trabajado con contrapartes locales en los países limítrofes. En principio, se trabajó proporcionando ayuda material con autocares cargados de productos básicos (agua, comida, material médico, ropa de abrigo, kits de higiene, etc.) que entraban al interior del país y volvían cargados de personas que querían salir.

En las fronteras había cocinas funcionando 24 horas al día para dar comida caliente a los refugiados que no cesaban de llegar. También se habilitaron espacios temporales de refugio (edificios de iglesias, centros deportivos, centros de campamentos, etc.), que acogían a las familias por dos o tres días para que descansaran y facilitarles el tránsito a otros países una vez legalizada su situación. Pero ya se están habilitando espacios de atención prolongada, porque los que salen ahora son los que carecen de relaciones en otros países o de habilidades que les ayuden a salir adelante fuera de su entorno cultural (su idioma, el ucraniano, es de origen indoeuropeo y su alfabeto, cirílico).

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Idina y su bebé

Tal es el caso de Idina, huérfana, recién casada y con un bebé de 4 meses, cuyo marido está luchando por su país. Ella, por su seguridad y la de su hijo, no pueden quedarse, pero se encuentra sola, sin familia, sin ayuda de nadie. ¿Qué hizo? Idina nos cuenta: “Pasé seis días haciendo autostop por Ucrania con mi bebé para escapar de la guerra”, dice mientras juega con su bebé.

“A pesar de la barrera del idioma (ella no habla rumano, ni inglés, ni ningún otro idioma) hemos podido ayudarla para que pueda vivir con una familia en Bucarest, que aunque no hablan el mismo idioma, se pueden entender y gracias a una aplicación están mejorando la comunicación.”, expresa la responsable del centro en Rumania de WWO (Worldwide Orphans).

En todo momento se ha tenido en cuenta el impacto que este conflicto está dejando en los niños y se ha procurado que, además de atención emocional, los niños tengan espacios donde volver a ser niños, pintar, jugar y volver a reír.

Apenas han pasado tres meses desde el inicio del conflicto, y no se sabe cuándo terminará. Pero aunque finalice mañana, las consecuencias del conflicto seguirán estando ahí y los refugiados continuarán necesitando tu ayuda.

Puedes colabora con 10€, 15€, 20€… 

 

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