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Desde diciembre de 2016, cuando las inundaciones asolaron varias partes de Perú, Alianza Solidaria, de la mano de la asociación humanitaria Paz y Esperanza, empezó a trabajar sobre el terreno, para ayudar a los supervivientes de la tragedia.

En ese momento, decidieron centrarse en las zonas aledañas de los ríos Rímac y Huaycoloro, en las que se ubican las familias de Cajamarquilla y Carapongo, del distrito de Lurigancho-Chosica.

A día de hoy, Alianza Solidaria, a través de su contraparte Paz y Esperanza continúan las labores de reconstrucción, asistencia, asesoramiento y formación a los colectivos más afectados que, según el trabajo de campo realizado, son familias jóvenes (21-40 años) con niños y niñas pequeñas, seguidos por aquellos que se mueven en un rango de edad de 41-60 años.

El estudio también muestra que las familias aun no logran recuperar sus ingresos mensuales al mismo nivel de antes del desastre. Además, las pérdidas de capital de producción de las familias afectadas y damnificadas han sido muy grandes. 

ASOCIACIONES DE FAMILIAS

Uno de los puntos clave del proyecto es la implicación de las asociaciones de familias afectadas y damnificadas en el proceso de reconstrucción, para que sean ellas las que planteen prioridades de reconstrucción y de ayuda humanitaria a las autoridades locales.

Para ayudar a las familias en dicha misión, se han realizado 4 talleres de información sobre el proceso de reconstrucción: prevención, reubicación, identificación de zonas de alto riesgo, etc, con la ayuda de 2 asociaciones de Reconstrucción de Damnificados y Afectados por el río Rímac y la quebrada Huaycoloro.

Más de 200 personas participaron en los talleres, donde se entregaron 140 mochilas de emergencia, se elaboraron mapas de riesgo, y se creó el comité de Defensa Civil y Brigadas de Emergencia en Carapongo.

Además, se han realizado dos foros municipales, para informar a los líderes y a la población sobre el proceso de reconstrucción y la forma activa de participación y/o vigilancia en este proceso.

En el primer Foro participaron 105 personas y se centró en la preparación ante un desastre y las acciones de prevención. Uno de los ponentes, el Ministerio de la mujer, manifestó la importancia de trabajar en situación de emergencia con los niños.

En el segundo Foro participaron 30 líderes y responsables de damnificados, se informó sobre los pasos a seguir para su participación y vigilancia en el proceso de reconstrucción del distrito.

Por último, se realizaron 3 reuniones de asistencia técnica con líderes de Carapongo y Cajamarquilla, que, tras identificar las necesidades de reconstrucción y prevención de riesgos en sus localidades, presentaron la respectiva documentación a las autoridades locales solicitando dichas prioridades.

FINANCIANDO EL EMPRENDIMIENTO

 

Gracias a los donantes de Alianza Solidaria, Paz y Esperanza ha podido realizar un diagnóstico general sobre las pérdidas económicas, y así ofrecer asistencia técnica a familias que, tras perder su medio de vida, tratan ahora de impulsar sus negocios.

Fueron 5 sesiones en diferentes materias. La primera, sobre modelos de emprendimiento, impartida por emprendedores de españoles, con quienes las familias compartieron buenas prácticas en este campo.

Hubo otra sesión sobre la adecuada crianza de animales menores (cerdos); y las 2 últimas se centraron en técnicas en orientación financiera, en perspectiva de elaborar un presupuesto familiar y de inversión en su negocio o actividad económica.

A raíz de esto, 18 familias han sido beneficiadas con capital semilla para impulsar sus negocios. 15 de las emprededoras son mujeres. 

IMPACTO EMOCIONAL

Ayudar a las familias afectadas y damnificadas a procesar el impacto emocional de los efectos del suceso, es una parte importante del trabajo de Paz y Esperanza.

Para ello, se desarrollaron talleres psicosociales informativos en los que participaron alrededor de 70 adultos y 22 niños. Se han realizado 4 sesiones sobre crianza positiva, manejo del estrés, desarrollo psicológico infantil, y resolución de conflictos entre padres e hijos, que contó con la participación de los niños.

Se han llevado a cabo también 2 campañas para la prevención del abuso infantil: “Previniendo el abuso sexual infantil” , en la que participaron 80 personas entre adultos y niños; y “Peligro en el bus”, con la participación de 150 personas, tanto niños como adultos. 

ALOJAMIENTO PARA FAMILIAS

Se han entregaron 8 módulo de vivienda temporales a familias sin recursos.

Tuvieron prioridad las familias numerosas, así como las madres solteras, las mujeres embarazadas o viudas con cargas familiares, y aquellas familias que tienen algún integrante con discapacidad. 

CULTURA DE PREVENCIÓN

Queda mucho por hacer, hay un interés de la población por conocer un poco más sobre el tema de Gestión de Riesgo de Desastres, lo cual favorece el desarrollo de una cultura de prevención.

El apoyo logístico de la iglesia ha sido muy valioso, y la participación de algunos líderes evangélicos en este proyecto les ha permitido ampliar su visión de servicio hacia la comunidad. Es una forma práctica de enseñar a la iglesia a hacer misión con familias afectadas y damnificadas.

Gracias por vuestra colaboración