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Con gran felicidad recuerdo los tiempos de mi niñez cuando escribíamos las cartas para enviarlas a nuestros padrinos/madrinas. Esos momentos para mí fueron los mejores de mi vida. Y ahora los valoro más, porque son el pilar fundamental del hombre que soy ahora. Me gustaría agradecerle, padrino, la oportunidad y el apoyo que me brindó en ese momento de mi vida. Se lo agradezco infinitamente.

Siempre fui un niño muy inquieto e indisciplinado, pero a pesar de ello mis maestros fueron personas pacientes y amorosas conmigo. Aunque fueron muchas las veces que tuvieron que disciplinarme por mi mal comportamiento, los recuerdos que tengo ahora mismo son de la comprensión, el amor, la ayuda y la guía que me ofrecían en nombre de Cristo.

Al salir del colegio seguí con algunos problemas de indisciplina pero, llevaba en mi corazón los principios cristianos adquiridos en este centro cristiano. A veces me pregunto ¿dónde estaría yo si no fuera por el Colegio Bautista …? La respuesta no es fácil, si no hubiera sido por este centro, mi futuro no hubiera sido muy alentador. Tal vez, hubiera vagado de colegio en colegio porque mi indisciplina no era fácil de tratar. Al llegar a mi adolescencia, esa época difícil y de cambio para todo ser humano, imagino que hubiera caído muy bajo, pero tenía en mí el temor de Dios que me infundieron desde muy pequeño en ese que siempre será mi Colegio Bautista.

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Estudiar en este colegio fue posible gracias a su ayuda Padrino Celedonio, a través del apadrinamiento. Tanto de mí parte, como de parte de mis compañeros y de quienes estuvieron antes y después de mí en este centro, quiero decirle que no seríamos las personas que ahora somos, aunque no seamos perfectos, de no haber recibido su ayuda.

Permítame decirle, y creo que hablo en nombre de todas las personas que pasaron por este centro: ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!! El mundo necesita más personas así, que ayuden a otros y se preocupen por los niños, por su educación, y sobre todo, que busquen apoyar la extensión de la Palabra de Dios en todas esas generaciones venideras.

Yo personalmente le agradezco de nuevo, por el esfuerzo que usted y el Colegio Bautista hicieron por mí. Hoy tengo 18 años, cursé con éxito mis estudios de bachillerato y ahora soy estudiante de Ingeniería Civil a punto de entrar a 6º semestre y sigo congregándome en la Iglesia Bautista como lo hacía desde niño.

Es mi anhelo algún día poder apadrinar a algún niño siguiendo su ejemplo, padrino. 

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